Desde que se anunciara por primera vez que la histórica casa-palacio del siglo XVII acogería un hotel, han pasado más de 20 años. Las primeras presentaciones e intenciones, más o menos serias, están fechadas en los últimos años del siglo XX.

Durante estas dos décadas, largas, de ilusiones y desilusiones, cuatro propietarios distintos, un litigio entre la dueña original, Carmen Patero, y el Ayuntamiento de Cádiz con la Junta de Andalucía de por medio.

Varios anuncios, otras tantas renuncias, parones, inicios de rehabilitación, denuncias por daños o expolio y hasta un célebre derecho de tanteo, ante cualquier oferta, que la legislación reserva a la administración local y a la autonómica. Nunca se ha ejecutado y en las circunstancias actuales parece ciencia-ficción. Promotores, empresas hoteleras, un arquitecto sevillano, empresarios muy conocidos de Cádiz… Todos han ido pasando, uno tras otro, por una iniciativa entre lo comercial y lo cultural, entre lo turístico y lo histórico, que trataba de dotar de un espléndido establecimiento al corazón del barrio más antiguo, la plaza de San Martín en El Pópulo.

El último intento para resucitar el proyecto aparecía en 2016 y en teoría sigue vigente. La cadena Hotusa, que inicialmente estuvo relacionada con el proyecto en las primeras y frustradas intentonas, vuelve a liderar la recuperación. Aunque inicialmente se habló de un establecimiento de lujo, de cinco estrellas, la última iniciativa ya es más modesta. La idea es que tenga 25 habitaciones y cuente con un SPA de ambientación oriental, además de un salón, restaurante y cafetería.