La casa palacio Casa del Almirante declarada Bien de Interés Cultural es uno de los ejemplos más significativos de la casa del comerciante de Indias de la época.

Casa barroca del siglo XVII, perteneció al Almirante D. Diego de Barrios. La estructura de esta Casa palaciega es muy típica de la ciudad, las plantas inferiores (baja y primera) se reservaban mayoritariamente a la actividad comercial, sobre ellas se levanta  la planta segunda, de mayor altura que servía de residencia habitual del propietario. La planta superior, de menor altura y mayor sobriedad que las anteriores, era la reservada para el personal dedicado al servicio. La torre mirador se utilizaba para controlar el tráfico marítimo de la ciudad. En la Casa del Almirante las torres miradores son las más antiguas de las que se tiene referencia en la ciudad .

La fachada tiene 4 ejes compositivos, casapuerta centrada y plantas altas diferenciales, destaca la portada  de gran belleza con mármoles genoveses y escudo de la familia.

El patio central se sitúa en la segunda crujía a fachada, organizándose las distintas dependencias en torno al mismo, tiene un carácter emblemático y es el espacio principal de la casa, lo rodea en la planta baja una galería sustentada por arcos y columnas de mármol. La galería ocupa tres frentes del patio.              

El edificio fue en distintas épocas adaptándose a distintos usos, desde colegio hasta casa de vecinos, habiendo sufrido en los ultimos años una intervencion previa para convertirla en hotel cuyas obras quedaron por la crisis paralizadas.

Nuestra intervención desde el respeto al patrimonio existente adapta el edificio a un hotel Boutique de 25 habitaciones y 4 estrellas, manteniendo el acceso principal por el zaguán original, casapuerta en Plaza de San Martin. Desde ese acceso, donde se respetaran los elementos originales restaurándolos se accede al Patio interior que se cubrirá con una montera que impida la entrada de agua pero permita la ventilación constante del mismo, generando un espacio articulador de la propuesta.

Atravesando la galería se accede al bar cafetería donde se descubrieron 24 tinajas enterradas que se usaban para almacenaje, se prevé la puesta en valor de los restos, mediante un pavimento de vidrio de seguridad.

El interiorismo esta diseñado por la cadena hotelera.